Qué es el test de Wartegg

Como hemos visto en anteriores artículos, el uso de pruebas psicométricas y de personalidad en los procesos de selección de personal es algo habitual. Una de las más usadas es el test de Wartegg. ¿Qué mide exactamente?, ¿en qué nos puede ayudar?, ¿cómo funciona? Respondemos a estas y otras preguntas al respecto.

¿Qué es el test de Wartegg?

En 1940, el psicólogo alemán Erik Wartegg desarrolló un test de personalidad que sería perfeccionado en 1960 por Biedma y Alfonso. Una prueba sencilla que, no obstante, encierra un entramado curioso que permite conocer aspectos de lo más definitorios respecto al carácter de una persona y, por ende, su compatibilidad con el puesto de trabajo requerido.

Una prueba de personalidad que durante los últimos años se ha convertido en el perfecto medidor para muchas empresas a la hora de seleccionar personal para un determinado puesto de trabajo. Un aliado único que, en un período corto, permite saber si ese candidato es idóneo o no para el puesto.

Para qué sirve el test de Wartegg exactamente

Existen ciertas voces críticas que apuntan al test de Wartegg como un método obsoleto. Sin embargo, continúa siendo muy útil a la hora de encontrar información relacionada con la capacidad de organización del candidato, su capacidad resolutiva, su creatividad…etc. También se emplea para descartar problemas de personalidad graves.

En cierta manera se trata de una prueba que a simple vista puede parecer impredecible. Sí, al más puro estilo del test de Roscharch. La idea es que, ante una situación de notable indefinición, las personas responderán de una manera única que revelará sus anhelos y temores, y sus capacidades y aspiraciones.

¿Cómo se desarrolla el test de Wartegg?

El test de Wartegg consiste en una prueba de dibujo dividida en 8 cuadrantes diseñados sobre un fondo blanco. Este facilita una mayor focalización en el elemento, mientras que el cuadro permitirá conocer mediante el dibujo del candidato diferentes áreas psicológicas. Las instrucciones son las siguientes:

• Completar los dibujos partiendo del símbolo de cada cuadro. Es decir, la prueba viene con símbolos (rayas, puntos) dados en cada recuadro. A partir de los cuales el candidato tiene que completar un dibujo.
• De manera ordenada. Y, si no se es capaz, poniendo el orden anotando el número en el que se haya realizado en la esquina.
• Se deben titular los dibujos cuando se terminen.
• Puntuar cuál es el que más gusta.
• Indicar por orden de dificultad cuáles han sido los más sencillos.
• Duración: 20-30 minutos.

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Cómo se desarrolla el test de Wartegg: los cuadrantes

Primer cuadro del test de Wartegg

El primer cuadro del test de Wartegg muestra un punto pequeño en el centro del espacio. Representa el autoconcepto del candidato y la individualidad y, por tanto, la percepción positiva o negativa que este tiene de sí mismo.

Un factor clave a la hora de saber si la persona cuenta con la suficiente confianza en sí misma. Se trata de algo clave cuando estamos seleccionando a personas idóneas para un puesto directivo, jefes de equipo, etcétera. Los márgenes son todo lo externo.

Cómo interpretar el resultado: lo ideal es que el aspirante use el punto como centro de círculo o de líneas. Por ejemplo, en una flor, el centro de un sol, una diana, una rueda… Ejemplos inadecuados serían realizar una espiral, el punto como extremo de un ángulo, estrella, dos ojos…

Segundo cuadro del test de Wartegg: afectividad

Se parte de una línea curva muy sutil –similar a la virguililla de la eñe– en la parte superior izquierda del cuadro. Este dibujo permite conocer la sensibilidad y empatía del candidato. O sea cómo se relaciona con el resto. Dos elementos esenciales para conocer ese lado más humano a la hora de, por ejemplo, comprender la figura de cada empleado o superior.

Cómo interpretar el resultado: en función del respeto a los espacios reservados para el símbolo. Se considera positivo dibujar pájaros, ejemplos relacionados con la naturaleza como aceites esenciales, rostros o personas. Anular o repintar, y dibujar objetos puede revelar frivolidad o tendencia a evitar a los demás.

Tercer cuadro del test de Wartegg: ambiciones

Dos líneas verticales de distinga longitud en la parte inferior izquierda. Este cuadro evalúa el grado de autorealización a la que aspira la persona. Se trata de un campo de metas, objetivos y proyección de futuro.

Cómo interpretar el resultado: prolongar las líneas y hacerlas crecer como árboles, edificios, de distinto tamaño, puede significar que la persona no es muy organizada, mientras que las escaleras simbolizan la conformidad con lo logrado hasta el momento (esto no es negativo). Y si se unen las tres líneas, poca ambición.

Un buen ejemplo, además de las escaleras, son las barras estadísticas, una casa con tejado…

Cuarto cuadro del test de Wartegg: inconsciencia

El punto de partida es un pequeño cuadro negro ubicado en la esquina superior derecha. Definitoria, esta prueba arroja resultados acerca del grado de represión que el candidato puede sufrir durante una situación que requiere (o no) impulsividad, desenvoltura o claridad.

Es el cuadro de los contenidos inconscientes y hace alusión a las ansiedades. Se trata del más complicado de resolver de esta fila, de ahí que figure en último lugar.

Lo importante es cómo se integra la pequeña figura geométrica, algo que sugiere emociones de angustia o tranquilidad, madurez o inmadurez… Las abstracciones simétricas, las ventanas, dados, tableros sirven de ejemplo positivo. Mientras que los dibujos infantiles como cometas, trenes y similares indican inmadurez.

Quinto cuadro del test de Wartegg: energía vital

Se trata de dos líneas diagonales separadas, cuyo cruce formaría una X. Con el siguiente recuadro trata de responderse a preguntas sobre el candidato como: ¿es muy impulsivo o no?, ¿medita bien sus decisiones? Este dibujo permite conocer resultados acerca de la forma del candidato a la hora de gestionar situaciones adversas.

Cómo interpretar el resultado: se considera positivo que el dibujo tienda hacia la derecha, algo que simboliza dinamismo. Lo ideal es que se representen objetos como una pala, un cono de helado, una espada. Que implican movimiento.

Sexto cuadro del test de Wartegg: razonamiento

Formado por dos pequeñas líneas rectas, una vertical y la otra horizontal, en la mitad superior del recuadro. Tienen cierta continuidad espacial, que se puede aprovechar para hacer un cierre completo del trazo. Este dibujo se centra en la capacidad de síntesis y análisis del sujeto. Otro factor muy importante a la hora de superar una selección de personal.

Cómo interpretarlo: se considera positivo integrar las líneas en el mismo dibujo en lugar de formar dos dibujos independientes. Buenos ejemplos: casas, ventajas, cuadros, marco de cuadro, figuras integradas.

Séptimo cuadro del test de Wartegg: actitud interpersonal

Compuesto por una media luna de puntos discontinuos, se refiere a la actitud interpersonal en el área laboral. Este cuadro del test de Wartegg mide la capacidad social y emocional del candidato respecto de sus compañeros de trabajo. Posiblemente, el aspecto más humano de la prueba.

Contempla la sensibilidad, la apertura, el cuidado social con las interacciones e incluso su erotismo. Lo idóneo es que el sujeto represente una función real, un objeto; símbolo de madurez. Las huellas de hormigas, los adornos, flores, son buenos ejemplos.

Octavo cuadro del test de Wartegg: compromiso

Un arco en la parte superior. Este último dibujo del test de Wartegg se centra en la capacidad de la persona para comprometerse con los valores de la empresa. Representa el ámbito laboral. Y la figura paterna y la autoridad.

Si se ha dibujado por debajo representa sumisión. Y por encima, todo lo contrario. La idea es que sea equilibrado: sombrero, sombrilla, arco iris…

Como puedes comprobar, el test de Wartegg puede convertirse en la forma más rápida a la hora de conocer todos los aristas de esa persona aplicados a ese puesto de trabajo. Nuevas formas de concebir una selección de personal cuyos filtros son cada vez más afilados. Y eficaces.

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Qué se analiza en el test de Wartegg

En el test de Wartegg es importante señalar que no se mide si la persona dibuja bien o no, sino que se analizan varios aspectos como:

• El grado en que la persona integra la curva o línea preestablecida en su dibujo. Por ejemplo, si lo sobredimensiona o lo obvia. Esto primero podría indicar alto respeto por las normas. Y todo lo contrario.
• Madurez del trazo.
• Intensidad del trazo: si es fuerte y preciso denota equilibrio y estabilidad, mientras que el débil y rápido revela agilidad mental y adaptación al medio. Cuando es excesivamente fuerte o débil indica impulsividad y conflictos no resueltos, respectivamente.
• Equilibrio del uso del espacio. Es recomendable que los dibujos estén centrados y equilibrados. Que tiendan a la izquierda es síntoma de pesimismo, y a la derecha de acción. Pero si es demasiado significa falta de control.
• Ubicación: en la parte alta indica fantasía y creatividad, y en la baja realismo y alto contacto con la realidad.
• El tamaño del dibujo: si es pequeño demuestra timidez y baja autoestima. Pero si es demasiado grande representa un carácter fuerte con problemas para asumir límites.
• Qué ha representado.
• Si ha seguido el orden: o sea si es metódico y organizado o no lo es.
• La preferencia de los dibujos: campo 2 para personas extrovertidas, campo 3 para ambiciosos con capacidad de liderazgo…

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