Establecer los objetivos de un trabajador debería ser una prioridad para las empresas, y, sin embargo, muchas desprecian esta parte de su estrategia. Medir, analizar y corregir el rumbo de cada uno de los trabajadores, de manera constante y estratégica, es una forma inteligente de construir una montaña a partir de pequeños granos de arena.
Si diseñamos una hoja de ruta donde objetivos del trabajador estén claramente definidos y alineados con la visión de la empresa, así como las expectativas y metas personales de cada empleado, las piezas del puzle empezarán a encajar perfectamente. Pero ¿Cómo es posible lograrlo?
Tabla de contenidos
La importancia de definir los objetivos en un trabajo
En un mundo donde la productividad y las prisas por cumplir los deadlines se han convertido en la norma, es fácil perder de vista los objetivos en un trabajo. El oleaje de lo urgente nos impide ver la orilla, y con ello, la navegación sin rumbo se apodera primero de los empleados, y más tarde, de toda la empresa. Y es entonces cuando empiezan los problemas.
No definir objetivos profesionales puede llevar a una falta de motivación, a la desorganización y a la ineficiencia en el trabajo. Sin una dirección clara, los empleados pueden sentirse perdidos y desorientados, lo que puede afectar negativamente su desempeño. Y cuando esto ocurre, el rendimiento individual y colectivo caen en picado, afectando a la productividad general y, en última instancia, a los resultados de la empresa.
Al establecer objetivos por trabajador, cada empleado sabe muy bien a dónde se dirige y qué debe hacer para alcanzar la meta. Estos objetivos proporcionan un camino claro a seguir, manteniendo a los trabajadores enfocados. Si el rumbo se pierde temporalmente, el empleado puede retomarlo y volver a su camino hasta alcanzar sus objetivos. Además, al definir objetivos, también podemos establecer programas de recompensas para incrementar su motivación y productividad.
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Diferencia entre objetivos del trabajador y objetivos de la empresa
Por otro lado, no podemos olvidar que los objetivos de un trabajador deben formar parte de un todo más amplio. Ese todo son los objetivos de la empresa, los cuales no son más que las metas que la organización debe alcanzar a medio/largo plazo.
Mientras que los objetivos de los empleados tienen un enfoque profesional, individual y de desarrollo personal, los objetivos de la empresa son metas colectivas que se centran en su expansión, sostenibilidad, crecimiento, competitividad o rentabilidad a largo plazo.
Las metas globales deben alcanzarse a partir del trabajo en equipo bien hecho, por lo que es indispensable que los objetivos del trabajo se alineen con los de la empresa. Los objetivos individuales contribuyen directa e indirectamente a alcanzar las metas del negocio.
Cuando cada empleado se siente partícipe del crecimiento de la empresa, a la vez que desarrolla sus habilidades y alcanzar sus objetivos individuales, esto genera un sentido de pertenencia y motivación que lleva al bienestar común y un alto rendimiento laboral.
Tipos de objetivos de un trabajador
Los objetivos del trabajo pueden clasificarse en varios tipos según su naturaleza y finalidad. Se pueden dividir principalmente entre:
Objetivos generales
Cada trabajador forma parte de un equipo que tiene unas metas generales que debe alcanzar. Suelen ser compartidos y están enfocados a solucionar un problema y obtener un resultado. Por ejemplo, un equipo de atención al cliente podría tener como objetivo reducir el tiempo de respuesta a las consultas de los clientes a 5 minutos.
Objetivos individuales
Estas son metas más específicas para cada empleado, relacionadas con su rol y responsabilidades en la empresa y que contribuyen a los objetivos generales. Por ejemplo, un teleoperador podría tener como objetivo personal atender al menos 20 llamadas por hora, lo que ayudaría a reducir el tiempo de espera general.
Objetivos de desarrollo
Además, cada empleado puede tener objetivos de desarrollo personal y profesional, asi cómo metas relacionadas con su proyección laboral. Por ejemplo, un empleado puede tener como objetivo mejorar sus habilidades de comunicación o negociación. Esto permitirá aumentar su conversión y optar a puestos de mayor responsabilidad
Objetivos de mejora
Estos objetivos se centran en corregir deficiencias de rendimiento o desarrollar nuevas habilidades. Pueden estar relacionados tanto con habilidades técnicas específicas como con habilidades blandas. Por ejemplo, un programador puede tener como objetivo aprender un nuevo lenguaje de programación para mejorar su productividad y contribuir a otros proyectos o mejorar su empleabilidad.
Cómo definir y medir los objetivos de un trabajador
Conocidas las diferentes tipologías de los objetivos laborales, así como su importancia tanto a nivel individual y colectivos, es esencial saber cómo definirlos de manera eficiente, cómo medir su progreso y diseñar una estrategia recurrente que permita, tanto a los empleados como a la empresa, crecer de manera progresiva y constante.
Analizar la situación actual
El primer paso antes de definir los objetivos de un trabajador es analizar la situación actual de todas las partes. Esto incluye evaluar su rendimiento, identificar sus fortalezas y debilidades y comprender sus ambiciones y metas personales. También es importante tener en cuenta cómo se alinea su rol y sus responsabilidades actuales con los objetivos generales de la empresa.
Para ello, será necesario tener en cuenta una serie de factores como son el rendimiento previo del empleado, su nivel de experiencia y cualificación, así como su capacidad de adaptación a cambios o a nuevas responsabilidades. Un software de evaluación del desempeño permite registrar todos para recopilar y analizar esta información. A partir de estos datos, podremos establecer un punto de partida para definir los objetivos laborales.
También será necesario revisar periódicamente cuáles son los objetivos, misión y visión de la empresa. Tenemos que asegurarnos que las metas globales están actualizadas y alineadas con el mercado actual y su evolución. De esta manera, podremos establecer objetivos de trabajo que no solo sean relevantes y desafiantes para el empleado, sino que también contribuyan directamente al éxito de la empresa.
Establecer objetivos SMART
Analizada la situación actual, llegará el momento de establecer los objetivos de cada trabajador de acuerdo con sus necesidades (sin olvidarnos de su alineación con los de la empresa).
Una de las metodologías más efectivas para definir los objetivos laborales es la metodología SMART, que permite establecer metas Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Temporales. A partir de este enfoque, podemos detallar lo que se espera lograr, cómo se va a medir el éxito y asegurarnos de que el objetivo sea realista.
A la hora de definir estos objetivos es necesario establecer una comunicación abierta y directa con el trabajador. Esto no solo ayudará a garantizar que el empleado comprende y acepta los objetivos, sino que también permitirá obtener su feedback y considerar sus sugerencias e inquietudes, algo vital para sus objetivos de desarrollo, bienestar en la organización y su retención a largo plazo.
Diseñar una hoja de ruta
Establecer unos objetivos no es suficiente si no se diseña una hoja de ruta que permita alcanzarlos. Esta hoja de ruta debe detallar las acciones que se deben llevar a cabo, los recursos necesarios, los plazos y las métricas que se utilizarán para medir el progreso.
Deberemos identificar las competencias y habilidades que necesita desarrollar el empleado para alcanzar sus objetivos. Un software de recursos humanos puede ser una herramienta valiosa para rastrear el progreso del empleado y proporcionar retroalimentación en tiempo real, así como identificar las posibles áreas de mejora.
Diseña acciones académicas para favorecer el desarrollo profesional de los trabajadores y atender las necesidades operativas de las empresas.
Proporcionar formación
Para alcanzar los objetivos, puede ser necesario proporcionar formación al empleado. Esto puede ser en forma de cursos, seminarios o incluso programas de mentoría. Esta formación puede ser de carácter técnico, relacionada con las habilidades específicas que necesite para su puesto, o puede estar relacionada con habilidades blandas, como el liderazgo, la comunicación efectiva o la gestión del tiempo.
La empresa debe a proporcionar las herramientas y oportunidades necesarias para que los empleados puedan acceder a esta formación. Un software de gestión de formación puede ser muy útil para organizar y gestionar estas oportunidades de aprendizaje, así como para rastrear la participación y el progreso de los empleados.
Objetivos y recompensas
¿Cómo podemos ayudar a que se cumplan los objetivos de un trabajador? Una de las herramientas más potentes es a través del diseño de un programa de recompensas.
Pueden ser económicos, como bonus, pagas extra o aumentos salariales, o no económicos, como días libres adicionales, acceso a programas de promoción o reconocimiento público.
Estos incentivos pueden ser tanto individuales, basados en los logros personales del empleado, como colectivos, basados en el rendimiento del equipo o de la empresa en su conjunto. Los programas de recompensas pueden ser una herramienta muy efectiva para motivar a los empleados, fomentar su productividad y atraer y retener talento.
Feedback y flexibilidad
Una vez que se han establecido los objetivos y se ha diseñado la hoja de ruta para alcanzarlos, es esencial mantener una comunicación corporativa abierta, honesta y constante con cada empleado. Esta debe ser bidireccional, permitiendo tanto a la empresa como al empleado compartir sus observaciones, preocupaciones y logros.
El feedback regular es un elemento crucial en este proceso. Permite al empleado entender cómo está progresando hacia sus objetivos y en qué áreas necesita mejorar. Además, da a la empresa la oportunidad de evaluar el rendimiento del empleado y proporcionar orientación o apoyo adicional si es necesario.
La flexibilidad también tiene un cometido importante en la gestión de los objetivos de un trabajador. En un mundo empresarial en constante cambio, es probable que las circunstancias cambien y que los objetivos que se fijaron inicialmente ya no sean relevantes o alcanzables. En lugar de aferrarse a metas obsoletas, la empresa debe estar dispuesta a adaptarse y ajustar los objetivos según sea necesario.
Seguimiento constante de los objetivos
Mientras todo lo anterior sucede, debes asegurarte de que has establecido una metodología de evaluación del desempeño adaptada las necesidades de tu empresa y que te permita hacer un seguimiento constante de los objetivos de cada empleado.
Una de las claves está en establecer los KPI que serán utilizados para medir el progreso hacia los objetivos. Estos indicadores clave de rendimiento estarán relacionados directamente con los objetivos establecidos. La recopilación y el análisis constantes de estos datos nos permitirán ajustar la estrategia y los objetivos de manera oportuna.
Asimismo, se deberá establecer el tipo de evaluación (por objetivo, por competencias, OKR) y cada cuánto tiempo se revisarán. Puede ser de manera anual, semestral, trimestral o incluso mensual, dependiendo de la naturaleza de los objetivos y la dinámica de la empresa.
Las reuniones de seguimiento regulares son fundamentales para mantener a todos en la misma página y evaluar el progreso. En estas reuniones, los empleados deberán presentar sus logros, compartir sus desafíos y recibir retroalimentación sobre su rendimiento.
Aprende a fijar KPI’s para evaluar a tus empleados.
Informes y toma de decisiones
Por último, es importante recordar que los informes y análisis de resultados son esenciales para la toma de decisiones. Los datos recopilados a lo largo del proceso deben ser utilizados para evaluar el rendimiento de los empleados, identificar áreas de mejora y ajustar la estrategia y los objetivos según sea necesario.
Pero más allá de eso, la generación de informes colectivos y el análisis de la evolución de los objetivos de todos los empleados que puedes lograr con un software de evaluación de objetivos también serán fundamentales para la toma de decisiones estratégicas en la organización.
Este tipo de informes proporcionará una visión global del rendimiento de la empresa y permitirá identificar tendencias, desafíos y oportunidades, así como seguir alineando los objetivos de la empresa con los objetivos de los trabajadores.
Cómo comunicar con éxito la consecución (o no) de los objetivos de un trabajador
Es importante recordar que los objetivos son solo una herramienta para ayudar a los empleados a crecer y a las empresas a tener éxito. No deben convertirse en una fuente de estrés o presión excesiva para los empleados. El bienestar del empleado debe ser siempre una prioridad, y los objetivos deben establecerse de manera que fomenten un ambiente de trabajo saludable y motivador.
Es aquí donde la comunicación desempeña un papel crucial. Los resultados, sean positivos o negativos, deben ser comunicados de manera constructiva y con empatía.
- En el caso de la consecución de los objetivos, es fundamental reconocer y aplaudir los logros del empleado, reforzando su motivación y compromiso. En cambio, si los objetivos no se han alcanzado, es importante abordar esta situación de manera objetiva y centrada en la solución, enfocándose en cómo mejorar y aprender de la experiencia.
- En el caso de que los objetivos no se hayan cumplido, es importante mantener una conversación abierta y honesta con el empleado. En lugar de centrarse en los aspectos negativos, es más productivo centrarse en lo que se puede aprender de la experiencia y cómo se puede mejorar en el futuro. Es posible que se necesite reevaluar los objetivos y ajustarlos para que sean más realistas o relevantes, así como escucha las preocupaciones del empleado.
En el caso de la comunicación del fracaso o éxito de los objetivos generales, es fundamental que se haga de manera transparente y honesta a todo el equipo. Celebrar los logros colectivos fomenta un sentido de pertenencia, felicidad y motivación. Por otro lado, si los objetivos no se han cumplido, es importante transmitir la situación como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento para todos.