La puntualidad es una virtud muy bien valorada socialmente pero en el mundo laboral y la gestión de personal es, si cabe, más aplaudida que en el resto de los ámbitos. Una organización que fomente este hábito en su plantilla establecerá una estrategia de «win-win» con sus trabajadores: la puntualidad en el trabajo también es buena para los empleados.
La importancia de la puntualidad resulta difícilmente discutible: es necesario que la empresa controle la hora de llegada de los trabajadores a sus puestos, por el buen funcionamiento diario de la organización y para cumplir con la normativa vigente (que obliga a las empresas a llevar un registro de la jornada laboral).
Pero se puede cometer un gran error si se pretende definir lo que es la puntualidad ciñéndose a «que el trabajador no llegue tarde a su puesto de trabajo» o «que no se marche antes de su hora de salida»: la puntualidad es toda una cultura de respeto por el tiempo.
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Las consecuencias de la impuntualidad
Todas las tareas y proyectos que se acometen requieren de inversiones de tiempo por parte de la plantilla o de los clientes. Por lo tanto, la impuntualidad no es solamente llegar tarde al trabajo o marcharse antes sin causa justificada: estas circunstancias son fácilmente medibles mediante un software de control horario.
También lo es llegar tarde a una reunión, entregar tarde una documentación o responder demasiado tarde a un mensaje, y sus consecuencias pueden ser nocivas para la organización:
- La impuntualidad denota falta de respeto por el tiempo de los demás: inconscientemente, hacer esperar a alguien denota una posición dominante sobre esa persona. Esto puede generar conflictos laborales.
- Cuando los plazos aprietan y no se ha invertido el tiempo necesario en alguna tarea, se puede finalizar con más errores de lo normal.
- En muchas ocasiones, no hay diferencia entre «tarde» y «nunca»: se pueden llegar a dar situaciones irreversibles.
- Quien abusa de la impuntualidad, va dejándose su credibilidad y autoridad por el camino, y estas rara vez se recuperan.
Los beneficios de la puntualidad
- Se optimizará la planificación horaria de la plantilla, para que realmente pueda aprovechar su tiempo: no se trata de trabajar más, sino de rendir mejor.
- Se evitará la aparición de errores por hacer las tareas «deprisa y corriendo»: por lo tanto, se garantizará la calidad de las entregas.
- Se equilibrará el tiempo necesario para acometer tareas urgentes sin que ello penalice la realización de las importantes.
- Se celebrarán reuniones de trabajo mucho más dinámicas y productivas, al evitarse retrasos y solapamientos de tareas.
- Se fomentará un espíritu colectivo colaborativo, solidario y responsable. Son valores esenciales para cualquier empresa.
- A nivel humano, todos acabarán siendo dignos depositarios de la confianza de compañeros, superiores y colaboradores. Se mejora el clima laboral.
El tiempo es finito: una vez que se pierde, no se recupera y, por ello, su valor es inmenso, tanto para la propia organización como para las personas que la componen. El software de gestión horaria ayuda a los empleados a administrar mucho mejor su tiempo y a organizar las tareas de la manera más estratégica. Su rendimiento aumentará y, con él, su propio bienestar laboral.
Como se infiere fácilmente, la falta de puntualidad en el trabajo es una potencial fuente de problemas: la puntualidad es, por lo tanto, un valor corporativo y humano que no se basa en un control exhaustivo de los trabajadores sino en fomentar su propia responsabilidad.
GRACIAS totalmente de acuerdo
Excelente información.