Qué es el Estatuto de los Trabajadores

A buen seguro, en más de una ocasión te habrás encontrado con alguna noticia en la que se hace referencia a que determinadas decisiones de una empresa colisionan con lo dispuesto en el Estatuto de los Trabajadores. De igual manera, es posible que hayas visto cómo una iniciativa legislativa encontraba obstáculos por el mismo motivo.

El Estatuto de los Trabajadores es, en efecto, un código muy relevante para definir las relaciones contractuales entre los empleados y las empresas. Su incumplimiento puede conllevar la nulidad de las decisiones adoptadas, así como una serie de sanciones de acuerdo con la legislación vigente en cada momento.

Con motivo de la declaración del Estado de Alarma y de la puesta en marcha de iniciativas como el teletrabajo, la Ley Estatuto de los Trabajadores ha vuelto a adquirir una gran resonancia mediática. Pero, ¿cuál es exactamente el contenido del Estatuto de Trabajadores y cómo afecta a las relaciones laborales?

¿Qué es el Estatuto de los Trabajadores?

El Estatuto de los Trabajadores es un código normativo que tiene como objeto regular las relaciones entre los profesionales por cuenta ajena y las empresas. El texto presenta un carácter general y de obligada aplicación en todos los sectores productivos.

El Estatuto se ocupa principalmente de la protección de los derechos de los trabajadores, en tanto que se consideran la parte más débil en cualquier relación laboral.

Cabe destacar que el TRLET (Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores) no da cobertura a los profesionales por cuenta propia (autónomos) ni a los funcionarios públicos, si bien existen importantes excepciones.

Conviene tener presente que el Estatuto de los Trabajadores presenta un carácter eminentemente flexible y su aplicación puede variar de acuerdo con lo dispuesto por los convenios colectivos y otras normas.

Paralelamente, el texto está abierto a recibir actualizaciones para adaptar la protección jurídica a la realidad de cada momento.

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Origen del Estatuto de Trabajadores

El Estatuto General de los Trabajadores fue publicado en el Boletín Oficial del Estado el 14 de marzo de 1980 y su sentido y necesidad aparecen recogidos en el artículo 35 de la Constitución Española.

Su aprobación supuso la derogación de la normativa laboral anterior y estableció las principales categorías de derechos y deberes de los trabajadores.

¿Cuál es el interés del Estatuto de los Trabajadores?

Como ya hemos mencionado, la ley del Estatuto de los Trabajadores recoge los derechos y los deberes laborales. En el primer caso, nos encontramos con principios como la libre elección de profesión, el derecho a sindicarse o las condiciones para una negociación colectiva, siendo todos ellos derechos recogidos por la Constitución.

En cuanto a los deberes, el Estatuto de los Trabajadores incluye la necesidad de que los empleados actúen con “buena fe” y que guarden el principio de “diligencia”, así como que cumplan las instrucciones facilitadas por las empresas cuando estas respondan a las condiciones contractuales. También se menciona que los trabajadores deben contribuir a la mejora de la productividad de la empresa.

Es por ello que el Estatuto resulta particularmente interesante para los empleados, que ven recogidos sus principales derechos y quedan legalmente cubiertos frente a hipotéticos abusos o discriminaciones laborales, pero también beneficia a las compañías al concretar cuáles son las obligaciones que los trabajadores no pueden eludir.

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¿Qué rango legal tiene la ley del estatuto de los trabajadores?

El Estatuto de los Trabajadores solo puede ser modificado por un Real Decreto Ley, por lo que este es su rango legal. Ocasionalmente, han surgido polémicas o contenciosos legales con objeto de determinar qué norma prevalece en una relación laboral.

De acuerdo con la sentencia del Tribunal Supremo de 27 de marzo de 2015, las normas legales y reglamentarias del Estado deben prevalecer sobre lo dispuesto en un convenio colectivo. En tanto que el Estatuto es una norma del Estado, los convenios pueden profundizar, concretar o ampliar el alcance de sus disposiciones, no así modificarlas.

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¿Qué incluye el Estatuto de los Trabajadores?

Tras las últimas actualizaciones, que revisaremos más adelante, el Estatuto de los Trabajadores comprende un total de 92 artículos, agrupados a su vez en tres grandes títulos con sus correspondientes capítulos. Estos serían algunos de los artículos más destacados de cada título.

Título I: de la relación individual de trabajo

Es, con mucho, el título más extenso al incluir 60 artículos. Apunta el ámbito de aplicación del Estatuto de los Trabajadores y las fuentes de las relaciones laborales. Es el título más recurrente porque incluye, entre sus artículos 4 y 5, los derechos y los deberes básicos de cualquier trabajador.

También se ocupa de los diferentes tipos de contrato y de los límites de la contratación, mencionando expresamente a los menores de edad o los diferentes regímenes profesionales. Su capítulo III también es consultado con frecuencia puesto que aborda las condiciones para la modificación, suspensión y extinción de un contrato laboral.

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Título II: de los derechos de representación colectiva y de reunión de los trabajadores en la empresa

Esta sección se ocupa de todos los aspectos relacionados con la actividad sindical y el derecho de representación de los trabajadores. Son artículos que afectan especialmente a las empresas de mayor tamaño.

Título III: de la negociación colectiva y de los convenios colectivos

Más arriba ya hemos expuesto que los artículos del Estatuto prevalecen sobre los convenios. El tercer título del Estatuto Trabajadores recoge el procedimiento y los posibles efectos de los convenios colectivos.

Disposiciones adicionales

En paralelo con los artículos presentes en los tres títulos del Estatuto, la norma también recoge una serie de disposiciones adicionales que buscan arrojar claridad sobre diferentes aspectos que quedan fuera del ámbito de aplicación general del código.

Así, se abordan las circunstancias en las cuales un trabajador por cuenta propia puede acogerse la protección del Estatuto de los Trabajadores, se define el personal de alta dirección, se establecen las pautas para la resolución no judicial de conflictos laborales o se concretan los límites de aplicación de diferentes modalidades contractuales.

¿Cuáles han sido las últimas actualizaciones del Estatuto?

La versión actual del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores aparece recogida en el Real Decreto Ley 1/2015, de 23 de octubre. Con todo, en los últimos meses se han aprobado diferentes cambios en el Estatuto que afectan a los derechos del trabajador en España.

En virtud del Real Decreto-ley 19/2020, de 26 de mayo, por el que se adoptan medidas complementarias en materia agraria, científica, económica, de empleo y Seguridad Social y tributarias para paliar los efectos del coronavirus, se modificaron algunos artículos del Estatuto. El Estatuto de los Trabajadores en 2019 se actualizó en artículos referentes a las modalidades contractuales y las categorías profesionales.

¿Cómo afecta el Estatuto de los Trabajadores a las empresas?

El cumplimiento del Estatuto de los Trabajadores no supone ninguna carga de trabajo adicional para las empresas puesto que la mayoría de contratos se elaboran siguiendo las recomendaciones generales de esta norma. Otro tanto puede decirse de los convenios y de las condiciones para materializar despidos.

La mayoría de conflictos relacionados con el incumplimiento de algún artículo del Estatuto de los Trabajadores se originan por el desconocimiento de la norma, bien por parte de la empresa, bien por parte de los trabajadores. Aunque existen mecanismos para evitar la judicialización de estos conflictos, no pocas veces las compañías se ven obligadas a acometer largos litigios.

Es por ello que, para evitar malentendidos, la compañía puede implementar un software de gestión documental que permite, entre otras funciones, que empleados, managers y directivos accedan a toda la documentación relacionada con el Estatuto. De este modo, todas las partes implicadas estarán debidamente informadas ante cualquier decisión.

Además, ante cualquier tipo de duda o necesidad administrativa, un programa de gestión documental permite acceder en cualquier momento y lugar y desde el dispositivo que sea al repositorio de archivos de la empresa. Su última tecnología asegura el volcado de cientos de documentos en segundos. Se reducen los costes al mismo tiempo que se agilizan los tiempos.